Pero Qué Hermosas Eran Joaquín Sabina Letra: Mi primera mujer era una arpia, pero, muchacho, el punto del gazpacho. joder si lo tenía, se llamaba… digamos que Sofía. Un mal día me puso las maletas a los pies de la estatua, de un poeta, que esta, inmortalizado, en su glorieta. Después de, no se asombren, registrar, a su nombre, mi chalet adosado, mi visa, mi pasado, su prisa y su futuro, dejándome tirado y sin un duro. La gota que colmó, damas y caballeros, el vaso de su amor, fue de colesterol. Harto, tras dos infartos, de acercarme al tercero… al sístole y al diástole de mi corazón le puse un marcapasos, que andaba con retraso, haciendo interferencias en la frecuencia del televisor. Desde que la perdí hasta hoy, pobre de mí, cada vez más borracho, ruedo de mostrador en mostrador: jefe: ¿tienen gazpacho? Pero… qué hermosa era cuando iba de mi brazo por la acera, ¿ustedes me han mirado?, pedirle...